EX LIBRIS

Mi esposa virtual me ha regalado para mi cumpleaños un curioso ex libris que consiste en un sello de caucho con el que poder estampar mi nombre y el dibujo de un monje en una biblioteca además de la palabra ex libris en la primera página de los libros de mi biblioteca privada.

La expresión latina viene a significar libro procedente de entre los libros de… y a continuación ha de figurar el nombre del propietario. Según una tarjeta que acompaña el regalo el primer ex libris del que se tiene conocimiento es una tablilla egipcia del siglo XV a. de C. en el que se dice que el libro pertenecía al faraón Amenofis III. El primero documentado es el del rey Fruela I (756-758) en el reino de Asturias.
En internet he podido corroborar que el ex libris más antiguo es el citado de Amenofis III. En Mesopotamia, en la Biblioteca de Asurbanipal compuesta de tablillas en escritura cuneiforme, solían anotar en las mismas maldiciones contra los ladrones o posibles destructores. Por ejemplo, “que la ira de Asur y Ninlil borren para siempre su nombre y su simiente de la tierra”, “que quien la robe (la tablilla) quede ciego/sordo”. El ex libris del rey Fruela aparece en un santoral ovetense con la inscripción “Froyliani principis liber”.
A raíz de la invención de la imprenta por Gutenberg en el siglo XV empiezan a aparecer los ex libris impresos, en lugar de manuscritos. El primero que se conoce es el impreso en un libro del capellán bávaro Hans Igler, es el grabado xilográfico de un erizo (en alemán “igel”) con un rótulo en alemán que dice ““Hanns Igler das dich ein igel kuss” (Hans Igler te da un beso de erizo).
La relevante escuela de grabadores alemanes de la segunda mitad del siglo XV, en la que destaca el gran maestro Alberto Durero (que es el primero en confeccionarlos con data en plancha) realizó ex libris de gran calidad. A medida que la imprenta se extiende por Europa no tardan en aparecer ex libris en otros países, los primeros en Francia e Italia. Del siglo XV al XVIII el motivo principal serán los escudos heráldicos, ya que las pocas bibliotecas privadas pertenecían a la nobleza o a eclesiásticos.
A partir del 1800 con la aparición de la burguesía culta se produce un incremento de las bibliotecas privadas y, por tanto, de los ex libris. En esta época florecen los de estilo modernista, al que seguirán los estilos expresionistas, futuristas y surrealistas de principios del siglo XX.
Durante la primera mitad del siglo XX apareció el coleccionismo de ex libris, lo que produjo la inútil y penosa mutilación de libros, ya que al arrancarlo perdía su razón de ser y se desvanecía la relación entre el ex libris y el libro en donde se hallaba.
El primer estudioso de los ex libris en España fue D. Mariano Pardo de Figueroa (1875), pero la escuela catalana de artistas representada por Alexandre de Riquer, Joaquim Renart, etc. fue la que sentó el valor artístico de los ex libris.
Para acabar una recomendación: buscad en el YouTube a nuestra vecina Carmen Porcar y escuchad sus vídeos, que son muy interesantes. A sus abuelos Antonio y Teresa les iba a comprar la leche cuando era pequeño en su vaquería de la calle Mayor, ya ha llovido bastante desde entonces.