Cómo motivar a estudiar

Expresiones como “le da todo igual”, “se distrae constantemente”, “se olvida de apuntar los deberes”, etc., son quejas habituales que nos llegan a consulta de los padres interesados en conocer qué tienen que hacer para mejorar esta situación.
Cuando un niño se enfrenta al reto de ir al colegio, asumir unos aprendizajes, hacer unos exámenes y aprobar, sus resultados van a venir determinados por su capacidad intelectual y su motivación para el estudio.
La motivación es el factor de mayor peso para predecir el rendimiento escolar, ya que es imprescindible que el niño perciba que puede conseguirlo y que le vamos a ayudar; existen dos puntos básicos: 1.Marcar los objetivos a conseguir (Estos deben ajustarse a la realidad de la situación y las posibilidades del niño y sus circunstancias, pueden ser a corto y largo plazo). 2.Desarrollar y aplicar nuestro plan para conseguirlos (Debemos estructurar y concretar paso a paso: horario, tipo de supervisión, etc.). Si bien hubiera sospecha de cualquier dificultad en el aprendizaje, paralelamente a motivarle en sus deberes, deberíamos efectuar una evaluación para detectar estas posibles dificultades, ya que si nos quedamos sólo en motivarle y no somos capaces de darle los recursos y medios que necesita para tal aprendizaje, probablemente no avanzaremos.
Los niños siempre aprenden más por lo que ven en sus modelos de referencia (normalmente padres) que por las instrucciones verbales que reciben de los mismos. Esto quiere decir que si quiero motivar a mi hijo, yo debo ser el primero en dar ejemplo y motivar hacia el esfuerzo.

Algunas estrategias que nos ayudarán:
•Escribir en un papel objetivos pactados (tiempos de estudio, lugar, supervisión, recompensas, etc.), así evitaremos discusiones posteriores.
•Dejar al niño que personalice su rincón de estudio (colgar algún cartel, dibujo, etc.) esto le hará sentir en un lugar más próximo y personal.
•Hay alumnos que necesitan introducir descansos para que puedan aprovechar el tiempo de estudio.
•Evitar mensajes derrotistas o de desaliento, hacerle ver en los aspectos en los que ha avanzado. Cuando las cosas vayan mal o el niño esté cansado, buscar una actividad que le guste (jugar a cualquier cosa, dar un paseo, etc.) para cuando acabe los deberes.
•Si el niño presenta ciertos retrasos o dificultades respecto a los aprendizajes del cole, busque ayuda profesional, establezca los apoyos necesarios (refuerzo escolar, pedagogo, psicólogo, etc.) y permita que el niño adquiera la metodología adecuada para ser autónomo y eficaz en su trabajo.

Carla Morte Hernando
Psicóloga Col.19172