“Donde hay pelo hay alegría”, reza un dicho que parece que pronto quedará en desuso… Durante mucho tiempo ha puesto en relación el pendejo1 y el placer, y al escucharlo o decirlo siempre se ha esbozado después una sonrisa cómplice con nuestro interlocutor.
En estos momentos conviven, respecto al vello y al pelo en determinadas zonas erógenas situaciones tan equidistantes que provoca asombro en una servidora: por una parte, jóvenes que piden como regalo de cumpleaños borrar el rastro de cualquier tipo de pelo en axilas, piernas, ingles, pubis y ano; y por otra, chicas que exhiben en Instagram o Twitter fotografías de sus axilas peludas como reivindicación con las etiquetas #Sobaquember #Sobaquary y el lema “Pelo libre, mujer libre”.
También ilustradoras consagradas como Rocío Salazar (http://rociosalgar.blogspot.com.es ) han decidido poner mucha dosis de humor a unas viñetas que evidencian la contradicción entre cómo es nuestro cuerpo y cómo sufrimos para adaptarnos a unos cánones estéticos absurdos pero muy establecidos.
Y es que no deja de sorprenderme como tener pelo en determinadas zonas se supone que es poco higiénico, en las axilas por ejemplo, y en cambio no ocurre lo mismo con la cabeza, donde está claro que también se engrasa y se ensucia si no lo lavamos y cuidamos regularmente.
Incluso hay chicas y chicos que me han llegado a plantear en el consultorio sexual, que contesto diariamente, si es necesario depilarse para tener unas relaciones sexuales placenteras… Y mi respuesta es siempre que no hay ninguna relación objetiva, e incluso añado que la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) defiende la necesidad de mantener el vello íntimo y alerta sobre el peligro de la depilación integral, ya que favorece el contagio de infecciones de transmisión sexual. Porque el pelo púbico tiene una función protectora contra el roce inevitable durante las relaciones sexuales. Si los dos miembros de una pareja presentan un pubis sin pelo, cualquier infección que se encuentre encima de la piel de uno de ellos pasará indefectiblemente al compañero sexual.
Así que, como conclusión, es más saludable mantener el pelo en determinadas zonas y totalmente opcional en el resto tanto para hombres como para mujeres. Y acabo de escribir el artículo recordando la obra de arte de Gustave Courbet “El origen del mundo”.
1-Pendejo: pelo que nace en el pubis y en las ingles.