Bien que lo siento, lectoras y lectores, porque tenía medio escrito un artículo más ligero y acorde con este mes vacacional, pero un par de sucesos desgraciados, acaecidos durante la segunda quincena de agosto, me han causado tal indignación que he preferido cambiarlo el mismo día del envío a la directora.
Las personas que me conozcan habrán adivinado a qué sucesos me refiero: una presunta violación a una chica por un grupo de chicos en Málaga y un presunto intento de violación a otra chica por otro grupo de chicos en Gandía (lo de la presunción lo coloco porque soy fiel a aquello de que “toda persona es inocente mientras no se demuestre que es culpable”).
Mi apoyo incondicional a todas las víctimas de una violación, hayan denunciado o no, y tanto si el individuo violador ha sido su pareja, un compañero de trabajo o alguien desconocido. Por mi especialidad profesional, he atendido a las suficientes mujeres agredidas sexualmente para haber comprobado, de manera empírica, los efectos negativos que suelen aparecer a nivel físico, psicológico y social.
Pero, en esta ocasión, prefiero comentar otros aspectos también relevantes: ese imaginario colectivo machista que acaba culpabilizando a la agredida; la disculpa sistemática a los agresores; y que la prevención parece que solo está en manos de las mujeres.
El culpable siempre es el violador.
Lo resalto porque nadie debería tener dudas al respecto y recomiendo la lectura del artículo “Qué NO es consentimiento: una lista incompleta” (https://www.mehanviolado.com/que-no-es-consentimiento ).
Nada justifica una agresión sexual.
Y mucho menos disculpar al violador ni minimizar este tipo de agresiones, ni tampoco darle un trato y una publicidad sensacionalista en determinados medios de comunicación.
Las mujeres no debemos prevenir las violaciones llevando silbatos en el bolso, evitando paradas solitarias de bus, no entrando en ascensores con un ocupante hombre…, como indica la web del Ministerio del Interior (http://www.interior.gob.es/web/servicios-al-ciudadano/seguridad/consejos-para-su-seguridad/prevencion-de-la-violación ). Toda mujer es libre de pasear por donde quiera, llevar la ropa que guste, vivir sola, correr y descorrer las cortinas de su casa a voluntad y no tener que estar en una situación de alerta constante. Es decir, el foco está y tiene que estar en el violador.
Y, como conclusión, un cartel con 10 Consejos Básicos Anti-Violación que podrán encontrar en este enlace https://flic.kr/p/oxa444 y en multitud de blogs y muros de redes sociales de personas comprometidas.