Cuántas veces hemos oído una buena idea de negocio o de ocio que no vio la luz porque no consiguió financiación. Tradicionalmente, las fuentes para obtener recursos económicos eran las aportaciones de los propios socios, los créditos bancarios, las subvenciones de alguna institución y, sobre todo, la familia y amigos. Estas fórmulas siguen siendo válidas; sin embargo, el nuevo método de crowdfunding o micromecenazgo está creciendo rápidamente como una ayuda válida para los emprendedores noveles.
Crowdfunding significa financiación de las masas o financiación colectiva. Es una forma de recaudar fondos a través de microaportaciones de multitud de personas que contribuyen al nacimiento de negocios, proyectos culturales, investigaciones o productos innovadores. Los proyectos compiten entre sí para obtener el interés de los micromecenas, son muy interesantes y pueden ser muy diversos, desde investigar un fármaco alternativo hasta ayudar a publicar un libro o a realizar una película.
Sin duda, la tecnología ha sido una palanca clave que está impulsando mucho esta modalidad de economía colaborativa poniendo en contacto creadores y mecenas de una forma rápida y legal. Existen multitud de webs de crowdfunding como Verkami, Lánzanos, Goteo…, y muchas otras internacionales como Kickstarter o Indiegogo. Algunas con recaudaciones millonarias. Incluso ya se han especializado en salud, en arte, en tecnología, en energía sostenible, en temas sociales… Todas publicitan los proyectos concluidos que han ayudado a crear y han tenido éxito.
En esta modalidad, todos podemos ser inversores. Suelen ser microaportaciones entre 10 y 100 euros. Ahora bien, desde este mes los inversores minoristas podrán invertir un máximo de 3.000 euros anuales en un proyecto de crowdfunding y de 10.000 euros en el conjunto de plataformas. Solamente los inversores acreditados podrán invertir cantidades superiores. Todo ello se recoge en la nueva ley aprobada este mes. Eso sí, nada es gratis. Alguna de estas pequeñas aportaciones suelen tener carácter de inversión a cambio de acciones, son los llamados equity crowdfunding y es la modalidad que más dinero recauda. Otras ayudas a proyectos tienen carácter de préstamos, otras son a cambio de descuentos, otras de regalos como una descarga de un app o incluso pueden ser a cambio de una parte simbólica de los beneficios. También hay algunas que son simples donaciones.
Algunos consideran que puede ser una revolución financiera o una banca alternativa. En todo caso, es fruto de una sociedad cada vez mas conectada que se está forjando a gran velocidad.
Realmente, es una alternativa a otras formas clásicas de financiación que se ha incrementado en estos últimos tiempos de restricción de crédito. Les invito a examinar las ideas que los emprendedores quieren financiar, algunas son muy originales.