Cuatro años de gobierno del PP en Castelldefels para olvidar

Hace ya casi cuatro años que el Ayuntamiento de Castelldefels está gobernado por el PP. Ahora que se acerca el final del mandato es un buen momento para mirar hacia atrás. Si miramos por el retrovisor, veremos que Castelldefels ha ido a menos con el alcalde del PP.
El Ayuntamiento ha estado paralizado y sin rumbo. Sólo el buen trabajo de los trabajadores municipales ha permitido mantener el pulso vital de los servicios que se dan a la población, a pesar de los recortes. Durante su mandato, el alcalde ha sido incapaz de llevar a buen puerto ningún proyecto ni de diseñar un modelo de ciudad reconocible. Incluso ha defraudado a aquellas personas que le dieron su apoyo incumpliendo sistemáticamente el programa electoral con el que se presentó en las pasadas elecciones.
Ni en un solo momento de su mandato el alcalde del PP ha mostrado una idea de cómo ha de encarar el futuro la ciudad, ni ninguna idea para minimizar los efectos de la crisis en el presente. Sí que ha enseñado, y muchas veces, un talante autoritario, sin capacidad para el diálogo con la ciudadanía y las entidades. También ha dado sobradas muestras de secretismo en sus actuaciones.
Durante estos cuatro años el gobierno municipal sólo ha emitido señales de humo, que estoy convencida de que se intensificarán en los próximos meses. Ya hemos visto en las últimas semanas cómo le han entrado las prisas al alcalde al ver que las elecciones están a la vuelta de la esquina. Así que no le extrañe a usted que vuelva a prometer aquellas cosas que ha tenido olvidadas en estos cuatro años. Todo aquello y mucho más. Culpará a los demás –a la oposición y a las asociaciones y entidades- de haber puesto palos en las ruedas del gobierno municipal.
Pero estoy convencida de que la ciudadanía no se va a dejar engañar. Cualquier persona es capaz de ver que, durante este tiempo, Castelldefels ha sido una ciudad paralizada y sin empuje. A cualquier vecino o vecina le resultará difícil citar más de tres cosas positivas que este alcalde haya hecho por la ciudad. Eso sí que tendrá este alcalde: no será recordado por ninguna actuación a favor de la ciudadanía, sino por su autoritarismo y su nula capacidad para el dialogo.
Afortunadamente, este periodo oscuro de la historia de la ciudad está finalizando. Son cuatro años para olvidar, aunque bien mirado, tampoco haya nada que recordar.

 

Maria Miranda

PSC