Las presidentas de cinco asociaciones del mundo cultural y tecnológico han unido sus fuerzas en una campaña con motivo del próximo 8 de marzo: No sin mujeres.
Piden un gesto simbólico a los hombres para crear conciencia sobre la ausencia de mujeres en medios de comunicación, eventos artísticos, mesas redondas, tertulias, congresos o carteleras de cine, música, teatro…: la firma de una carta comprometiéndose a lo largo del mes de marzo de 2015 a no participar en ningún debate, programa televisivo, tertulia radiofónica, jornada, jurado, festival o similar, de composición exclusivamente masculina.
Es imprescindible que los hombres consideren que ellos también pueden ser responsables de la desigualdad, aunque solo sea por omisión. Y, por la tanto, su implicación en que el mundo en general, y el de la cultural en particular, pueda ser más justo, incorporando mujeres en cualquier evento que proporcione visibilidad a mujeres filósofas, pintoras, escritoras, tecnólogas, escultoras, cineastas, realizadoras, guionistas, compositoras, poetas, musicólogas, investigadoras, dramaturgas, músicas, alfareras, gestoras culturales, fotógrafas, técnicas de sonido, restauradoras, coreógrafas, infografistas, arqueólogas, historiadoras, programadoras de videojuegos, comisarias culturales, cartógrafas, ilustradoras, antropólogas, directoras de orquesta, escenógrafas, probadoras de videojuegos… Y, sobre todo, las incluyan cuando realicen listados de profesionales de todos estos ámbitos.
La carta la pueden firmar todos los hombres comprometidos con esta acción en el siguiente enlace: http://www.clasicasymodernas.org/2015/01/cultura-e-igualdad/no-sin-mujeres/ y enviarla a directora@evefem.com .
Coincido totalmente con el último párrafo de la carta que afirma que “cuando las mujeres estemos presentes en el imaginario colectivo, estaremos también presentes en el diseño de las políticas, de los currículos, de la creación de las ciudades, de la educación, de la cooperación,…”, y añado que para ello se necesita que seamos visibles en todos los ámbitos existentes, para que otras mujeres, y sobre todo las que ahora son niñas y adolescentes, tengan referentes en los que mirarse más reconfortantes que los de determinados realitys televisivos… Así seguro que no serían necesarios días reivindicativos como el 8 de Marzo.