Nuevas esperanzas de recuperación

En estos momentos, la Eurozona tiene una tasa de inflación de + 0.6 %, frente a + 0.7 % de diciembre-2014, pero el Banco Central Europeo (BCE) advirtió que podría ser negativa en los próximos trimestres. Ante esta amenaza de la deflación, recientemente ha tomado la decisión de aplicar en Europa un programa de compra de activos suficientes, que todos los especialistas han considerado muy beneficioso, en el largo plazo para la región.
Cuando se implementen estas nuevas medidas, previsiblemente serán los países periféricos los que obtengan mayores beneficios, por la compra de su deuda. Puntualización aparte merece Grecia: en un primer momento, el BCE dijo que su deuda sería comprada con ciertas condiciones, pero todavía están por determinar. Dentro de la zona europea, los países que mejor se han comportado han sido España y Alemania. En nuestro país el consumo de las familias ha repuntado en diciembre un + 6.5 %, desde un +1.9 % anterior. Y Alemania, que parece haber dejado atrás los efectos negativos de las sanciones a Rusia, con un repunte de las ventas minoristas en diciembre del+ 4 %, desde un – 0.8 % anterior.
Por otra parte, en América se reunió la Reserva Federal USA para fijar los tipos de interés y se retrasaban las perspectivas de subidas hasta setiembre 2015. Tal vez se retrasen todavía más. Con una economía creciendo al + 2.6 % intertrimestral en el cuarto trimestre, con un repunte del consumo del + 4.3 %, todo apunta a un comienzo de procesos de inversión de empleo y compra de maquinaria. Es decir, de desarrollo prolongado.
Las dudas se generan en Grecia, que se encuentra inmersa, en estos momentos en una negociación con las principales autoridades europeas sobre la refinanciación de su deuda. Antes del reciente cambio político, se estaba trazando una posible tercera línea de crédito para reavivar una economía con un 25.8 % de paro y una tasa de deflación de -2.6 %. En la medida de que la Troika resuelva la negociación de manera más flexible, ofreciendo opciones de refinanciación, nuestro país podría cotizar un efecto contagio. Las principales consecuencias en el corto/medio plazo son un incremento del riesgo percibido por el mercado.
De darse esta situación, el Reino de España pagará más por financiarse en especial a corto plazo. Estos efectos negativos para nosotros podrían extenderse hasta las elecciones generales de noviembre, pero, hasta entonces, no se considera que vaya a lastrar la recuperación económica que estamos viviendo.