Proliferan las visitas a viviendas, entrevistas a porteros y vecinos y cruce de datos de consumos de luz y registrales. Objetivo: caza y captura al alquiler en negro.
Hacienda sigue su particular caza y captura al alquiler en negro. Estos últimos años ya nos hemos hecho eco de las diferentes campañas que la Agencia Tributaria ha iniciado para descubrir a los que no declaran sus alquileres y justo hace unos días el director general de la Agencia Tributaria, Santiago Menéndez, ha confirmado que el fisco sigue con el radar encendido. “El año pasado se han incrementado un 11,3% las visitas realizadas en el marco de control de alquileres no declarados, hasta alcanzar las 7.410“, afirmó Menéndez en su reciente intervención en el Congreso de los Diputados.
Cómo se detecta el alquiler en negro
Los inspectores de Hacienda tienen distintas herramientas que utilizan para detectar los casos de alquileres no declarados. Las más tradicionales pasan por las visitas a edificios y entrevistas con porteros y vecinos para descubrir posibles fraudes. Y las más tecnológicas cuentan con la ayuda de otras instituciones porque acceden a los consumos de luz de las viviendas y los cruzan con los datos censales y registrales. Si una vivienda consta como vacía y tiene un consumo regular de luz, ahí puede haber gato encerrado. Si el titular de la vivienda y el de la factura de la luz no coinciden, también suenan las alarmas. Los inspectores de Hacienda también visitaron 2.567 comunidades de propietarios previamente seleccionadas por su perfil de riesgo para “detectar irregularidades en el funcionamiento de la comunidad o en la facturación de sus proveedores”. En el 40% de las visitas se detectó alguna irregularidad, según apunta El País. El alquiler vacacional también está en el punto de mira de los funcionarios de Hacienda. Hicieron otras 2.125 visitas a alquileres vacacionales no declarados. Aquí los técnicos del fisco utilizan previamente los portales que anuncian este tipo de inmuebles para seleccionar a sus candidatos a ser visitados.
Una persecución con historia
La caza del alquiler sumergido es un objetivo antiguo para Hacienda. Ya aparecía claramente detallado en la resolución de 24 de febrero de 2012, de la Dirección General de la Agencia Estatal de Administración Tributaria, por la que se aprueban las directrices generales del Plan Anual de Control Tributario y Aduanero de 2012. Ahí se perfilaban las actuaciones que debería seguir el fisco con respecto al alquiler en negro:
“Será objetivo esencial de las actuaciones de investigación el descubrimiento de los arrendamientos no declarados de viviendas y locales de negocio.
3. Arrendamientos no declarados. La explotación conjunta de la información obtenida en las declaraciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (modelo 100) y de Consumo de energía eléctrica (modelo 159), y de la proporcionada por el Catastro permitirá desarrollar una intensa campaña de control de viviendas y locales comerciales con el fin de poner de manifiesto aquellos en los que, pese a existir indicios relevantes de su uso cotidiano por personas físicas o jurídicas distintas de sus propietarios, no son declarados como arrendados”.
Un año más tarde, en 2013, llegaron los frutos: 4.700 actuaciones de investigación. No muchas si se tiene en cuenta que por esa época se estimaba que podía haber más de un millón de arrendamientos no declarados, aunque esta cifra dada por los técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), levantó ampollas en su día y la propia Agencia Tributaria le restó credibilidad.