UN LUGAR CON NIEVE (a propósito de una antología)

Sí, siempre que se publica un libro de poesía es un motivo de alegría, mucho más lo es si ese libro es de una persona que aprecias. Me estoy refiriendo en esta caso a la antología de Noemí Trujillo “Un lugar con nieve”, antología poética 2008 – 2015 (Playa de Ákaba, Getafe 2015). Noemí es una autora sincera, con mucha personalidad, por lo que su obra es una consecuencia lógica de su forma de ser. No siempre es así en la literatura. A menudo, muchos poetas reflejan en su obra un sentido muy diferente a como son ellos y por eso, a mi parecer, hay tanta poesía insustancial, acrecentado esto por la moda de algunas editoriales que prefieren poesía en versos blancos, aunque no diga apenas nada, a los poemas de verso libre. Pero así son las modas y la dictadura que conlleva.
No voy hacer un panegírico del libro. Al ser una antología, en ella va recogida la mayor parte de la obra de Noemí y, lo repito, a cualquier autor que publica le gusta que lo lean, estoy seguro de que en este caso no va a defraudar a nadie que compre el libro. Tal como he repetido otras veces, la poesía tiene que estar ligada a la vida e identificarse con la cotidianidad, sin renegar de los sueños. Esa es una de las razones imprescindibles para llegar al lector; cada uno de ellos tiene que verse, en cierto modo, reflejado en ella y pensar que de esa manera le gustaría expresar sus sentimientos: de forma nívea y sin artificios. Pero la mayoría de las veces, los autores son incapaces de exponer sus ideas de forma sincera y caen en un cultismo grotesco. O bien, caen en el defecto contrario: son obras escuetas y preciosistas, como decorados de cine, en los que detrás reina la nada.
En la obra de Noemí reencuentro ese tipo de poesía que tanto me gusta, poesía que alimenta el espíritu, que mana de lo más hondo del poeta, que recorre las venas y nos vuelve mejores personas. Lo que dice Noemí es sincero y transparente, lo que es de agradecer en el panorama poético actual de absoluta confusión y en donde proliferan los autores que piensan que ser crípticos en un valor. Discrepo: la oscuridad nunca debe imperar en ningún género literario y menos en poesía, a pesar de las modas, lo que a mi entender refleja una lamentable falta de imaginación y una total falta de respeto al lector. No porque abunde debemos caer en el papanatismo de aplaudirlo, no vaya a ocurrirnos como en el cuento de Hans Christian Ardesen “El rey desnudo” cuyo apólogo está hoy en día mas en boga que nunca: “Sólo porque todo el mundo crea que algo es verdad, no significa que lo sea”.
El tomo está publicado en Playa de Ákaba, una editorial pequeña que apuesta por autores pocos conocidos, pero que a su criterio, tienen la calidad necesaria para darles apoyo. Playa de Ákaba nace para ayudar al escritor (y de paso a sus lectores) a cruzar ese áspero desierto que a menudo tiene ante sí. Por eso le pusieron nombre de la playa a la que llegó T. E. Lawrence, en el verano de 1917, tras salvar el infranqueable desierto del Nefud. Para lograrlo, han apostado por un modelo intermedio: literatura de calidad, impresión bajo demanda, distribución en librerías, presentaciones y venta de Ebooks”.

Mucha suerte de corazón a Noemí Trujillo y a Playa de Ákaba en su singladura en el siempre proceloso mundo de la literatura.