Reparaciones

Durante este mes de abril el conflicto del Sáhara ha vuelto a protagonizar titulares con connotaciones positivas y el responsable ha sido del juez Ruz. Este juez de la Audiencia Nacional, conocido por otros casos muy sonados, ha propuesto que se juzgue a once altos cargos y militares del Gobierno de Marruecos por un delito de genocidio por los crímenes que se cometieron contra refugiados del Frente Polisario y población civil del Sáhara Occidental entre los años 1975 y 1991.
Imagino la satisfacción de muchos familiares de los desaparecidos y muertos, y también a muchos y muchas activistas torturados durante esa época. Seguro que estarán encantados de saber que las órdenes de detención contra los once procesados les confinarán “en una cárcel muy amplia que se llama Marruecos porque si salen de allí serán detenidos”, según comentaba Baltasar Garzón en una entrevista radiofónica. Por cierto, el actual ex juez, que cuando lo era, admitió a trámite la querella de la que ha derivado esta causa.
Y pienso, sobre todo, en la activista Aminatou Haidar, premio especial Ciutat de Castelldefels 2008 y ciudadana honorífica de Castelldefels. Recuerdo la especial dedicatoria al recibir el premio, vestida con un precioso ‘mlahfa’ de grandes flores rojas, a las mujeres y los niños saharauis como los más afectados por el conflicto. Muchos de estos niños y niñas pasan temporadas acogidos por familias españolas gracias a la iniciativa de esta activista, “Vacaciones en paz” y que en nuestra ciudad organiza la Asociación Castelldefels-Sáhara con el apoyo del Ayuntamiento.
Espero que Aminatou y muchos saharauis y personas vinculadas con proyectos de ayuda al Sáhara, piensen como el ex juez Garzón que en la citada entrevista defendía que aunque las detenciones no se produzcan, “que un organismo judicial te diga que has sido víctima de un genocidio es ya en sí mismo una reparación”, y sobre todo que esta decisión del juez Ruz sea una de las muchas reparaciones con el pueblo saharaui que están por llegar.