Hace 7 años, nuestra vecina Ainhoa Molina Carbonell hacía natación en el pabellón de Sant Andreu y al salir, observaba atentamente a esos niños y niñas que caminaban sobre ruedas. Y ahí empezó su amor al patinaje. Constante, trabajadora y tenaz, lucha día a día por conseguir su sueño: llegar a lo más alto en el mundo del patinaje.
¿Qué implica el patinaje para ti?
El patinaje para mí es vital, necesario. En la pista solo existimos yo y mis patines sobre ocho ruedas con lo que soy capaz de olvidarme de todo lo demás.
A lo largo de esta temporada, ¿en qué competiciones has participado?
Este año por tema de lesiones he hecho una temporada “a medio gas”, porque ya se sabe que el deporte de alta competición es muy duro y una lesión mal curada te puede retirar para siempre.
¿En qué consisten tus entrenamientos?
Entreno tres días a la semana, ocho horas semanales, en dos pistas diferentes. Cuando puedo permitírmelo económicamente, suelo hacer campus de unas seis horas de entreno en el cual vienen entrenadores internacionales. Muchas veces colaboro con el entrenador con las niñas más pequeñas.
¿Cómo es la dieta de una patinadora?
Sigo una dieta equilibrada y normalmente los días de entreno como pasta y arroz.
¿Cuál ha sido tu mejor experiencia practicando este deporte?
Mi mejor experiencia fue en el europeo de show y precisión celebrado en Módena en 2013. Competía junto al resto del equipo de Blanes Fundació Privada. Todos estábamos muy nerviosos y cuando por fin acabaron todos y vimos que, al sumar la puntaciones, el jurado nos había puesto primeros, la emoción fue tan grande…, y no solo para mí, sino para todos ¡CAMPEONES DE EUROPA! Sentía que el corazón se me salía del pecho y no me di cuenta de que lloraba de la emoción hasta que me vi en el espejo. Llegar hasta allí fue para mí una cosa inimaginable.
¿Y la peor experiencia?
La peor fue justo después al enterarme de que no podía asistir al Mundial 2013 ya que era muy caro y no pude asistir por motivos económicos porque la temporada había sido bastante costosa y en ese preciso momento estaba en tres modalidades diferentes: pareja de danza, solo dance individual y show.
¿La práctica del patinaje es cara?
Mucho, ya que la falta de dinero en la Federación conlleva a que todo el dinero salga únicamente de nuestro bolsillo. Solo cabe pensar que un vestido de alta competición puede llegar a costarte unos 400 euros, unos patines 1.600 euros y no hablemos de viajes, estancias en los campeonatos, etc. La presencia de patrocinadores es muy importante ya que es un deporte minoritario que la sociedad desconoce.
¿Cuáles son tus objetivos deportivos a corto y a largo plazos?
Mis objetivos a corto plazo son recuperarme de la lesión y poder volver a competir a largo plazo, y llegar hacer podio en los futuros Europeos.
Desde La Voz de Castelldefels te deseamos una carrera llena de éxitos y hacemos un llamamiento a empresarios y padrinos para que tengan en cuenta la importante presencia económica para poder crecer en un deporte tan apasionante pero lamentablemente tan desconocido. ¡A por todas, Ainhoa!