Se acaba el verano, una época que suele ser bastante pobre en exhibición cinematográfica y que, este año, ha sido particularmente desastrosa en cuanto a número de espectadores: ni siquiera los títulos más grandes han conseguido una cuota de taquilla decente y, excepto “Del revés”, todos los demás han quedado muy por debajo de sus expectativas iniciales.
Una vez entrado septiembre, es posible que la cosa se vaya normalizando pero quien lo va a tener complicado son las películas españolas; resulta que (maravillas de la distribución) la segunda semana de este mes han aterrizado, a la vez, tres films en castellano: “ma ma” de Julio Medem, “Los exiliados románticos” de Jonás Trueba y “Los héroes del mal” de Zoe Berriatúa; a estos hay que sumarle “Anacleto” de Javier Ruiz Caldera, que se estrenó el 4 y “Un día perfecto” de Fernando León de Aranoa y “Atrapa la bandera” de Enrique, que lo hicieron el 28 de agosto. Si excluimos este último, de dibujos animados, y “Anacleto”, pensado para un público mucho más amplio, las otras cuatro cintas se van a repartir la pequeña parte que supone el público interesado por un cine que, aun siendo de casa o precisamente por eso, no goza de muy buena reputación. Así es que a ver si estas líneas sirven para animar a alguien a ir a verlas.
“Los exiliados románticos” no se la voy a recomendar porque no he podido verla y es un experimento un tanto peculiar que requiere una buena disposición por parte del espectador, cine de muy bajo presupuesto, rodado en pocos días, apenas sin guion y con una estructura poco convencional. Vayan si les interesan los experimentos y el cine de tono diferente.
“Un día perfecto” sí que es una película recomendable. León de Aranoa vuelve a ese tono que tanto nos encandiló en joyas como “Familia”, “Barrio” o “Los lunes al sol”. De la mano de unos excelentes Benicio del Toro y Tim Robbins, se nos cuenta la historia de unos cooperantes un poco a vuelta de todo en su vano intento de sacar un cadáver de un pozo de agua. El hecho sirve como pretexto para radiografiar una situación convulsa, compleja, injusta y terrible; pero lo hace sin cargar las tintas, con un sutil e irónico sentido del humor y con una puesta en escena elegante y cargada de sugerencias. Una peli para ver, recordar y comentar.
“ma ma” (así, en minúsculas) es el retorno de Julio Medem después de “Habitación en Roma” (2010), y lo hace con el apoyo incondicional y económico de Penélope Cruz que, a la larga, se convierte en alma máter del film. Y es que esta historia de una mujer coraje luchando contra la muerte es Penélope y poco más. Medem nos ofrece una película luminosa (quizás demasiado), trágica en su planteamiento (también quizás demasiado) y punteada por suaves aspectos onírico-poéticos (si se me permite el vocablo) que no acaban de levantar un film que podía haber sido mucho más que un correcto melodrama más cercano al Almodóvar de tragedia que al Medem de “Vacas” o “La ardilla roja”. La película, de todas maneras, tiene una factura impecable, algunos toques muy personales y unas actuaciones estupendas, especialmente por parte de Peneólpe Cruz y el siempre fabuloso Luis Tosar.
“Los héroes del mal” es un proyecto que Zoe Berriatúa ha tardado en levantar ocho años. A Berriatúa también se le ha ido un poco la mano con la tragedia, y a esta historia de adolescentes castigados, rechazados, infelices y finalmente violentos, le hubiera sentado bien un poco más de humor, de empatía con sus personajes y algo de “normalidad” en sus vidas para que resultaran más cercanos y estimables. Resulta significativo, por ejemplo, la práctica ausencia de adultos (dos profes, un segurata y una puta, no hay más) y especialmente de padres y madres que ni aparecen ni se les espera. La historia se las trae, eso sí, y es perfecta para establecer un debate sobre cómo y por qué se establecen las relaciones entre las personas y algunas de las consecuencias que acarrean estas “incompetencias sociales”.
Por último, “Anacleto”, de nuestro vecino Javier Ruiz Caldera, para mí lo mejor que ha hecho hasta ahora; con mucho su película más redonda, divertida e interesante.
De la construcción de personajes (genial Quim Gutierrez) a la resolución de las acciones (la peli no te deja descansar un minuto) pasando por el aprovechamiento de escenarios y unos diálogos realmente exquisitos…, todo fluye en el film con naturalidad y ritmo; algunas secuencias gloriosas (la desactivación de la bomba, por ejemplo) y algunos detalles sorprendentes (el diario que encuentra en la casa) rematan un film para todos los públicos. Vale la pena.
A la hora de redactar estas líneas quedaban por estrenar (en septiembre) “B. La película de Bárcenas” de David Ilundain, “El virus de la por” de Ventura Pons, “El desconocido” de Dani de la Torre (con Luis Tosar de nuevo), “Mi gran noche” de Álex de la Iglesia y “Vampyres” de Víctor Matellano. Lo dicho, demasiados títulos para tan poco público.