Es para mí una gran satisfacción hablar del Bar Auto Stop. Empecé a frecuentarlo por motivos laborales en el año 1979 y sigo yendo hasta la fecha. Por Gerardo Guaza/ Ramon Josa, fotografía
Abrieron el establecimiento en el año 1974 Ángel y Tere, y lo regentaron hasta el año 1990, fecha en la que lo adquirieron Manolo y Antonia. Por tanto, el negocio lleva abierto ininterrumpidamente 41 años y Manolo y Antonia cumplen ahora 25 años de explotación, un logro que en los tiempos que corren se ha de valorar de forma muy positiva.
Manolo nació en Priego (Córdoba) en el año 1954 y vino a Catalunya en 1970. Su primer trabajo en el mundo de la hostelería fue en el Hotel El Pino, allí estuvo tres años aprendiendo y dio sus primeros pasos por una cocina industrial.
Después pasó por varios establecimientos donde siguió formándose: Hotel Calípolis de Sitges, Restau-rante Samoa, Hotel Barce-lona, Restaurante La Escalera de Barcelona, etc.
En el año 1980 emprende su primera aventura como hostelero por cuenta propia en el Restaurante Naval de Gràcia con un socio hasta el año 1990 en que adquiere la explotación del Bar Auto Stop junto a su esposa. Antonia nació en Castell-defels y luego se trasladó a Gavà con su familia hasta que se casó con Manolo y volvió a residir desde entonces en nuestra ciudad. En la actualidad cuentan con la ayuda de su sobrino Carlos, que realiza las funciones de barman.
El bar empezó con una clientela fija en tiempos de Ángel y Tere compuesta principalmente por los empleados de la fábrica Rocalla y de la brigada municipal de mantenimiento. Cuando Manolo y Antonia adquirieron el negocio, siguieron manteniendo esa clientela y la ampliaron. El establecimiento en su estética general no ha cambiado desde sus inicios, pero se han reformado los baños, se ha dotado de aire acondicionado y la maquinaria de hostelería se ha ido renovando y actualizando al ritmo que marcan los nuevos tiempos.
El trato con la clientela es de una gran familiaridad, sin dejar de lado la profesionalidad y se puede decir que al Auto Stop van clientes que se convierten en amigos y, al mismo tiempo, se hacen amigos los clientes entre sí.
En el terreno culinario, Manolo trabaja la cocina casera como nadie sirviendo almuerzos y comidas en forma de menú económico. Si vais a almorzar podéis degustar, entre otras cosas, un excelente bocadillo de lacón o unos deliciosos platos de callos o rabo de toro. En el apartado de los menús suelen componerse de cinco primeros y más de una decena de segundos. Las especialidades de la casa pueden ser una sopa aragonesa, un sabroso gazpacho, un contundente cocido andaluz o un revoltillo de setas.
Desde aquí, queremos felicitar a Manolo y a Antonia por su constancia y por su 25 aniversario. Si queréis degustar buena comida casera a un precio muy razonable, no dejéis de visitar el bar Auto Stop. ¡Salud!