Después de varias recomendaciones, al final me decidí a leer la novela de Jaume Cabré “Jo confesso”. Me da mucha pereza leer novelas muy largas, pero en libro electrónico tenía 600 y pico páginas y me animé. Como veía que avanzaba poco lo miré en papel y me sorprendí al ver que tenía 1.000 páginas, al final me lo leí en papel.
De entrada, debo decir que es una gran novela escrita con unas técnicas narrativas originales y complicadas. Personalmente, me costó mucho engancharme a la novela, de hecho la dejé para leer otro libro y luego volví sobre ella. Tiene muchas referencias culturales, pero gracias a los dioses hoy tenemos internet y en un momentín se pone uno al corriente.
Me costó leerlo no porque lo leyera en catalán, está en castellano, sino porque realiza unos cambios de persona verbal en el mismo párrafo que al principio te despistan, cuando te acostumbras ya no hay tanto problema.
Otra cuestión importante es que cuando aparecen ciertos objetos simbólicos se produce un cambio de tiempo histórico que nos lleva desde un pequeño monasterio en el Pirineo en la Edad Media a la Alemania nazi o a los campos de exterminio. Ocurre lo mismo que con el cambio de persona verbal, cuando te acostumbras se hace más llevadero.
Existen muchas historias que se entremezclan con la narración principal: la historia del violín, la vida del padre del protagonista, el monasterio de Sant Pere del Burgal, los campos de exterminio, la Inquisición representada por Nicolau Eimeric, etc. Esto es positivo porque hace la novela más amena y justifica su extenso volumen, aunque como yo vengo de la poesía, siempre pienso que a la narrativa le sobran páginas. Lo negativo es que es un poco mareante.
Los personajes principales: Adrià, Sara, los padres de Adrià, el amigo íntimo Bernat, están muy bien definidos psicológicamente. Algunos con sus contradicciones y sus indecisiones, otros con su terquedad. Echo de menos personajes en la narración barcelonesa del resto de España, sólo aparecen tres y los tres son símbolos de la represión franquista: un comisario de policía, un militar y un gobernador civil.
Los personajes principales son de una cultura muy elevada y el autor hace gala de unos grandes conocimientos de música. Este nivel cultural altísimo, sobre todo del personaje principal, permite al autor explayarse en temas filosóficos y sociológicos a través de la historia de las ideas y de la cultura. El tema principal de la novela es analizar el mal a lo largo de la historia humana, por eso la novela se mueve a través de muchos tiempos históricos.
El mal explicado por teólogos, por científicos. El mal supremo aplicado por inquisidores y nazis en escenas de gran fuerza narrativa. La música como contrapunto y expresión máxima del arte. El ser humano como algo capaz de lo más sublime y lo más terrible.
Aunque muy voluminosa y difícil al principio, recomiendo su lectura.