En los últimos meses miembros relevantes del principal partido de la oposición en Castelldefels, el PP, utilizan las redes sociales para difundir mensajes que manipulan la realidad mostrando una imagen distorsionada de la ciudad. Los últimos ejemplos de este activismo político, partidista y manipulador, los hemos vivido con la presencia de la alcaldesa Candela López Tagliafico en el acto “Castelldefels, abierta a la inmigración”, y con el estado actual de las obras en el tercer tramo del Paseo Marítimo.
En el primer caso, desde la oposición, se creó un debate sustentado en un argumento falso, presuponiendo que la alcaldesa acudiría a un acto pro-independentista para dar su apoyo a esta causa. Nada más lejos de la realidad. La alcaldesa acudió a este acto, respondiendo educadamente a una invitación formal cursada por entidades de la ciudad; lo hizo dando la bienvenida como máxima representante institucional de la ciudad y, al mismo tiempo, expresando su posición política ante el proceso independentista, discordante con la postura defendida mayoritariamente por los organizadores del acto.
En el segundo caso, la plana mayor del Partido Popular acudió a la playa de Castelldefels para rodar un mini-spot promocional de su causa política, aprovechando el asfaltado de un pequeñísimo tramo en las obras de la tercera fase del Paseo Marítimo. Que el PP quiera utilizar ahora políticamente el estado actual de las obras, como muestra de orgullo y eficacia de su gestión política, resulta increíble. Después de meses de silencio y ausencia por su parte ante la mala planificación y la deficiente ejecución de estas obras, sorprende su falta de pudor y escrúpulos. Las obras del tercer tramo del Paseo Marítimo han sufrido dos paralizaciones desde el pasado verano. La inacción del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, responsable de la obra, ha perjudicado gravemente a vecinos y restauradores locales. Un establecimiento, el “Hola Ola”, sigue cerrado como consecuencia de ese perjuicio. Los trabajos deberían haberse acabado el pasado mes de diciembre, según estipulaba el contrato. La última temporada estival en la zona fue lamentable y el retraso que acumulan los trabajos pone en riesgo la temporada turística de Semana Santa. Y, no se lo van a creer, pero son los mismos dirigentes del PP los que acusan a otros representantes políticos locales de abusar de las fotos con fines partidistas.
La osadía no tiene límites.