La extensa difusión de la obra escultórica de Manuel Clemente Ochoa quizá ha hecho olvidar que el artista también se ha expresado con la paleta y pinceles. A diferencia de la profusión con que su escultura ha ocupado espacios públicos con carácter monumental, y Castelldefels es un buen ejemplo de ello, en el caso de la pintura no se ha producido obra de gran formato, tipo mural, sino que siempre ha mantenido el carácter intimista de la tabla o el lienzo. La falta de ese espacio amplio y compartido con el público puede, sin duda, explicar en parte que su conocimiento se haya relegado a un segundo plano. Esa pintura, sin embargo, dice mucho de la propuesta estética de Clemente Ochoa. La exposición que ofrece la Sala Margarida Xirgu, del 14 al 29 de julio de 2016, va a demostrar que la pintura de Clemente Ochoa constituye una auténtica manifestación de su biografía. Quizá podamos rescatar para el alcance de todos parte de ese legado vital de un artista nacido en Cascante de Navarra, el 18 de febrero de 1937, y de cuya primera muestra individual como pintor se han cumplido recientemente cincuenta años. Inmediatamente antes que en ésta de Castelldefels, su obra se ha expuesto en una muestra que acogió el Museo de Arte Contemporáneo Eduardo Westerdahl, del Puerto de la Cruz (Tenerife).
Jueves, 14 de julio
20 h Sala Margarida Xirgu. Biblioteca Ramon Fdez Jurado. Presentación del libro “La pintura de CLEMENTE OCHOA” y posterior inauguración de la exposición retrospectiva de esa obra pictórica.