Miquel Yepes, anfitrión de honor y de prestigio
En una cena entre amigos y familiares se degustaron las exquisiteces de la casa, en una ambiente muy agradable donde se unieron varias generaciones, desde la nieta del propietario del antiguo local en el año 1928 hasta el nieto Miguelito de Yepes. Fue el pasado 26 de noviembre cuando culminó el acto con parlamentos, reconocimientos y premios para los comensales.
Hablar de Miquel Yepes en Castelldefels es símbolo de gastronomía de calidad y buen servicio, además de ser una de las cuatro patas de la mesa de la hostelería de la ciudad por su gran trabajo en la Confraria Gastronòmica Més Onze, en el Gremio de Hostelería, en la Escola de Hostelería, como político y en otras muchas actividades dentro del sector.
Estoy seguro de que ha dado diez veces más de lo que ha recibido, poniendo a Castelldefels en el mapa, como Ciudad Gastronómica, donde muchos se han beneficiado de su excelente labor y donde hoy hay más de 500 establecimientos de hostelería. En un futuro, habrá alguna fórmula de física cuántica que justifique todo su trabajo por el bien común de este colectivo. Miquel una persona honesta, trabajadora, leal, entusiasta, solidaria, familiar, virtuosa, esforzada, noble, emprendedora, apasionada,
Sus acciones y reuniones en la participación, como el Parc a la Taula, la Mostra de Cuina y el Parc Agrari, sitúan a Castelldefels como Capital Comarcal del Turismo. Algunas ausencias se notaron en la cena pero asistieron muchos amigos, seguidores, políticos, entidades y autoridades. El gran menú acompañado de los mejores vinos y excelente postre rubricó una gran velada.
La trayectoria profesional de Miquel Yepes es larga y todavía, hasta hace muy poco tiempo, se hablaba de él en la Renfe cuando el Talgo viajaba a Suiza, o de El Julepe cuando se incendió. Un día le dije: “Tenemos que traer a Carmen Ruscalleda a Castelldefels”, y salimos hacia Sant Pol de Mar; o “necesito que hables con Nando Jubany para dar una conferencia”, “hay que colaborar con…,“ siempre dispuesto, anteponiendo el bien común al particular. Pocas veces ha dicho que no y aunque muchas veces discutimos por estar en las antípodas, siempre buscábamos un punto de acuerdo, como el precio del primer Pasaporte Gastronómico.
Su legado en Castelldefels es muy importante y muchos de sus trabajadores hoy son empresarios de éxito en la gastronomía local. Como hace 25 siglos, Sócrates transmitía a sus discípulos su filosofía verbal del buen hacer y sus principios, son dignos de ejemplo en la Historia.
Espero que Castelldefels le devuelva a Miquel parte de lo que él le ha dado.
¡Feliz Aniversario!