Por: Linda López
El mundo vive actualmente la mayor crisis humanitaria desde 1945, hablamos de refugiados como si fuera un concepto lejano, pero quién sabe si nosotros podamos serlo algún día. Son personas como nosotros, con una historia, con una vida detrás de estas crueles imágenes, detrás de estas tristes noticias.
Hace ya un mes que se acabaron mis vacaciones de Semana Santa. Las pasé en uno de los mejores lugares que he ido en mi vida, una fábrica abandonada a 50 km de Atenas, en un pueblo llamado Oinofyta. Donde antes había maquinaria, ahora hay más de 500 personas entre afganos e iraníes, un campo de refugiados que muestra en su puerta un cartel que pone “IS FULL”, lo que te hace pensar que es un privilegio que, al menos, alguien tenga un lugar donde pasar la noche, pero… llevan aquí un año y un mes.
Tiendas de campaña con hombres solteros, padres de familia deseosos de obtener la reunificación familiar para abrazar a sus hijos o su mujer (la mayoría están en Alemania), familias de cuatro o seis miembros viviendo en 3 metros cuadrados, niños jugando a todas horas, olor a comida, a sudor, muchas sonrisas y gente deseosa de pasar un rato contigo es con lo que aquí convivimos cada día.
Los días transcurrieron doblando ropa de las donaciones, jugando con los niños, hablando con hombres y mujeres y compartiendo momentos en sus largos e iguales días. Otra de las funciones que hice de voluntaria, junto con otra amiga de Castelldefels, fue repartir comida, ropa y productos de higiene, limpieza de tiendas de campaña, habitaciones y bailábamos con lo que nuestro ritmo nos permitía música afgana con las mujeres del campo. Intentamos aprender farsi pero al final con una sonrisa y un par de gestos nos entendíamos a la perfección con ellos.
Las horas volaban entre el suelo de arena, los barracones en forma de colegio, consulta médica, oficina, biblioteca o sala informática. En esta última, mis oídos no paraban de escuchar el tono de una llamada que no será respondida. Se trata del Servicio de Asilo de Grecia que lleva más de dos meses sin contestar, sin dar respuestas a todas las personas que acuden a diario a este barracón para ver cómo se encuentra su solicitud de asilo.
El mundo es muy grande como para acoger a todo el mundo. ¿O me equivoco? No es un asunto de minorías, 1 de cada 122 habitantes del mundo ha afrontado esta situación. Y tú, que has tenido la suerte de nacer en España, seguro que puedes hacer algo por esas personas que nacieron en Afganistán, Irán, Pakistán o Siria.
Aquí tienes un listado de ONG’S con las que contacté, ¡únete a ellos!
DO YOUR PART:
dyplisa@gmail.com
(Voluntariado en Oinofyta)
FOODKING: agnebalcaite@gmail.com
ERCI – Emergency Response Centre International:
leonie@ercintl.org
VERIA CAMP: sammarkjames@gmail.com
LIFTING HANDS INTERNATIONAL:
info@liftinghandsinternational.org
MARHACAR: marhacar.info@gmail.com
A DROP IN THE OCEAN:
connie@drapenihavet.no; athen@drapenihavet.n
LATRA:
latracontact@gmail.com
IOM: hq@iom.int