Vinculat al món dels castells des de principis dels anys 70, d’ascendència vilafranquina, primer com a casteller als Castellers de Barcelona, més tard a Castelldefels, on resideix, va exercir de cap de colla dels Castellers de Castelldefels.
Comença en el món del periodisme casteller l’any 1992 col·laborant en les transmissions castelleres de Ràdio Vilafranca. L’any 2003 es fa càrrec de la coordinació del programa casteller “Va de Castells” de Penedès Televisió, del qual actualment és el seu coordinador i guionista.
L’any 2007 crea per a les emissores de COM Ràdio la versió radiofònica del “Va de Castells”, que enguany compleix la seva 11a. temporada i s’emet a Ràdio Vilafranca, i es distribueix a la Xarxa Local de Comunicació.
Forma part de l’equip de Castells en Xarxa, de la Xarxa de Comunicació Local, com a presentador i locutor de diverses diades castelleres per a les Televisions Locals.
Un apassionat del món casteller i amant de les estadístiques, és un dels cronistes més reputats sobre el fet casteller. És autor del llibre “Vilafranca, la plaça més castellera”, editat per l’Ajuntament de Vilafranca l’any 2004 i premi Joan Ventura i Solé de periodisme casteller 2015.
Pep, haríamos interminable tu vinculación y/o colaboración con el “món casteller “, datos, fechas reconocimientos, pero también queremos que nos hables de castells, de los valores sociales, dónde y cuándo nace esta tradición.
El origen de los castells está en el antiguo “Ball de Valencians”. Estos bailes finalizaban con una figura constituida por el levantamiento de una construcción humana, que, con el tiempo, fue alcanzando importancia hasta independizarse del baile.
Las conocidas Muixerangas valencianas son una muestra, mientras que en el sur de Catalunya, a inicios del siglo XIX, se obvió el baile y se centró la actividad en hacer castells más atrevidos y más altos. En la comarca de l’Alt Camp, y concretamente en Valls, se establece el inicio de los castells. Durante muchos años, incluso en el siglo XX, a la actividad castellera se le conocía como “xiquets de Valls”.
¿Hay riesgo físico para los castellers que participan en la construcción de un castell?
Existe el mismo riesgo que cualquier otra actividad deportiva. Se han adoptado medidas de seguridad importantes y se ha potenciado la formación a los castellers, tanto en cuestiones de prevención estrictamente castellera y también en otros conceptos. La Coordinadora de Colles Castelleres tiene editado un manual de buenas prácticas para orientar la práctica castellera. Los ensayos hoy en día son más técnicos, más frecuentes, para llegar a las plazas con los castells bien preparados.
La complejidad de cada castell, el más alto que se ha construido y dónde crees que puede estar el límite
El castell más difícil que se ha coronado pero no descargado nunca es el 2 de 9 sin manilles. Los castells más altos son el 3 y 4 de 10 pisos con folre i manilles, que pueden alcanzar unos 11’50 m. Será muy difícil, que no imposible, pensar en castells de 11 pisos, lo que implicaría mucho esfuerzo y ensayos multitudinarios, cosa hoy en día muy compleja. Pero hay que remarcar los conocidos como castells sense folre de dificultat extra como el 4 de 9 o el 2 de 8. Uno de los retos será quitarle manilles a los castells de 10.
A mí, personalmente, me impresiona ver un plano cenital de la piña para un castell de “gama alta”, cómo se organiza, cuántas personas lo dirigen, el montaje de la base, etcétera.
Cada día es más sofisticado el montaje de las pinyas de las grandes construcciones. Las nuevas tecnologías han llegado, ya hay hasta apps, que confirman la asistencia de los castellers y les asigna el lugar que van a ocupar en un castell. Pero las colles tienen cada vez más y mejores equipos técnicos. Muy importante es el trabajo del equipo de la canalla (niños), luego el de las pinyes y folres, que han de montar las bases, escribirlas y luego poner a cada uno en su lugar. También existe el equipo de troncs (los que suben). Todo coordinado por el o la cap de colla, pieza fundamental que, además, se coordina con la junta y el equipo médico. Una colla grande puede tener un equipo técnico formado por más de 20 personas.
En una diada importante, cuantos castellers participan en un castell de “gama alta” y si son de la misma colla o pueden participar terceras personas.
Las grandes formaciones como las de Valls, Tarragona o Vilafranca, pueden llegar a más de 600 castellers en diadas de gran nivel, como la diada de Sant Fèlix en Vilafranca, la de Santa Úrsula en Valls o la de Santa Tecla en Tarragona.
En una pinya todo el mundo es bienvenido. Actualmente, hay 90 formaciones castelleras y no todas tienen el mismo número de practicantes, lo que marca la altura de castells que pueden hacer. Desde las más pequeñas con menos de 100 practicantes, que harán castillos de 6 pisos, pasando por formaciones de 7, 8 y 9, hasta las más grandes que pueden hacer los de 10. Solo 5 formaciones han conseguido castells de 10.
El tiempo de ejecución del castell está regulado; la presión de las personas que forman la piña debe de ser enorme.
No hay tiempo, El objetivo principal de los castells es subirlos, coronarlos, y deshacerlos sin caer (descargarlo). Aunque como sabéis, a veces no es posible. Por eso, los castells tienen esa dosis de adrenalina para quien los practica y para quien los ve. No hay ningún castell igual. La preparación actual nos dice que más del 90 % de ellos se descargan al largo del año.
El compromiso del casteller: trabajo en equipo, espíritu de superación, solidaridad, habilidad, fuerza.
Es, sin duda, la más importante de las manifestaciones de cultura popular tradicional de Catalunya. Un modelo asociativo participativo y democrático. Las colles castelleres son inclusivas y abiertas, ya que se desarrolla una actividad en la que cualquier persona pueda participar, todo el mundo es necesario. Lugares de cohesión social, solidaridad, integración, sobre todo con las personas recién llegadas, donde la convivencia y la relación intergeneracional está garantizada. Tú aportas tu compromiso en los ensayos, subas o no a un castell, mientras la colla te ayuda a ser solidario y disfrutar del trabajo en grupo.
La estructura del castell, piña, folre y manilles.
La pinya es la base del castell formada por los castellers de la colla y en la que colaboran castellers de otras colles y aficionados que puedan ayudar a cerrar la base. El folre es una segunda base que se sitúa encima de ésta, utilizada preferentemente en castells como el 2 de 8, el pilar de 7 y en los castells de 9. En un castell de 4 de 9 en el folre pueden subir hasta 40 personas. Las manilles son una tercera base que se utiliza en castells como el 2 de 9 o el pilar de 8 y en los castells de 10. El que más castellers ha de movilizar sería el 4 de 10, que necesitaría una base de 600 personas para aguantar el folre de más de 90 castellers y unas manilles de casi 40.
Reconocimiento internacional como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
La UNESCO aprobó la inclusión de los castells en la lista representativa de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad en noviembre de 2010, valorando precisamente el valor no solo histórico de los mismos, si no además su valor de actividad solidaria, de cohesión y de transmisión de valores. Una propuesta que se inició en el 2008 y que tuvo su recompensa gracias a la Comisión Castells Patrimoni de la Humanitat, formada por la Generalitat, la CCCC, la revista Castells y el Centro Unesco de Catalunya.