¿Se han fijado en la cantidad de coches que tenemos per cápita en nuestras familias, aquí, en el mundo civilizado? Me cuentan el caso de una familia de cuatro miembros que acumula ya cinco turismos, dos motos, una furgoneta y dos quads entre sus propiedades sobre ruedas. Ellos no son de bicis. Todavía, claro. Tengo entendido que hay días en que les cuesta organizarse para darle uso a tanto vehículo motorizado. Es todo un sudoku. Y parece que esta manera, casi compulsiva, de acumular vehículos es una tendencia social al alza.
En paralelo, una parte del mundo intenta organizarse en sentido contrario al de esta familia paradigmática de la insostenibilidad. Recientemente, el gobierno de Baleares ha tomado una drástica decisión. A partir de 2025, el motor diésel quedará prohibido en sus carreteras y el veto será extensivo a los coches con gasolina a partir del año 2035. Y en las mismas islas, en Formentera, a partir del verano de 2019 el Gobierno limitará la entrada y la circulación de vehículos para combatir la contaminación creciente en un espacio natural como esta isla. Y en Castelldefels, sin ir más lejos, gracias al gobierno municipal actual, hay más kilómetros de carril bici que nunca; y con actuaciones como las mejoras del aparcamiento de la estación de tren, se está fomentando el transporte público como alternativa al coche privado para su uso diario.
Son algunos ejemplos de cómo políticamente se puede ir apostando ya por frenar el proceso autodestructivo en el que parece que estemos embarcados en nuestro mundo. Son pequeños gestos en un contexto en el que vamos emitiendo, poco a poco, señales esperanzadoras. Hoy en día reciclamos más y mejor que nunca. Tenemos al alcance más y mejor información que nunca sobre los riesgos de la contaminación ambiental, del menosprecio al medio ambiente, a la naturaleza. Las señales de alerta ecologista están activadas desde hace mucho tiempo. Hagamos caso de esas señales. Seamos responsables. Dediquemos un tiempo a pensar en el cambio de hábitos. Pongamos en “on” el modo sostenible.