Por Silvia García
Solemos hacer referencia a esta expresión con un cierto tono de enfado y crítica. Y no es para menos. Esto de marcharse o despedirse “a la francesa” significa irse de un lugar sin despedirse de nadie ni decir un mísero hasta luego. Podría considerarse un desplante en toda regla. Evidentemente, esa actitud está vista como un acto de mala educación.
¿Qué tienen que ver aquí los franceses? No es que quiera yo tratarlos de maleducados, sino más bien de modernos e innovadores. Siempre lo han sido, aun cuando las modas no han sido acertadas. En una de estas oleadas de innovación, en la corte francesa del siglo XVIII se tomó la moda de marcharse de las fiestas y eventos sin despedirse. Esta nueva práctica era conocida como Sans adieu (sin adiós).
Se convirtió en algo habitual en las clases más altas de la sociedad, como la burguesía o la nobleza. Por diferenciarse del pueblo todo valía. En este caso, los más humildes sí continuaban despidiéndose los unos de los otros allí adónde iban o venían.
La moda de no despedirse se defendía aludiendo a que se consideraba una falta de educación interrumpir una charla en cualquier evento únicamente para informar de su marcha. Era más respetuoso de cara a los demás irse sin más anuncio, desaparecer.
Tanto era así que incluso el gesto de mirar el reloj estaba un poco mal visto, aunque era lo único permitido como manera sutil de anunciar que no tardarían en irse de la fiesta.
Se tenía también la opinión de que el hecho de no decir adiós era señal de deseo de volver o de haber disfrutado del acto en cuestión. Como podréis imaginar, este hábito no tardó demasiado en pasar de moda y regresar a la normalidad de decir un adiós, hasta luego o gracias al marcharse de un lugar. Pero ya era tarde para evitar que países como España y Reino Unido hubieran hecho burla y lo hubieran convertido en sinónimo de mala educación.
Lo cierto es que ambos países tuvieron siempre rencillas históricas con Francia, así que era una oportunidad estupenda para intentar dejar a los franceses de maleducados. Curioso es que los franceses utilizan la expresión: filer a l’anglaise (irse a la inglesa) para referirse a personas que huyen o escapan, especialmente si hablan de ladrones.
¿Contraataque a los ingleses? Todo apunta a que sí, aunque no se sabe 100% el motivo.
Personalmente, considero que no cuesta nada decir al menos un hasta luego, por si aquello del adiós queda demasiado serio y radical. Dejémonos las puertas abiertas por si queremos regresar.
Por ello, yo os digo: ¡Hasta la próxima!