Motivación

Motivación equilibrada
La motivación es una condición fundamental en el deporte, sin ella es muy difícil mantener la frecuencia, duración e intensidad que requiere en el caso de los deportistas jóvenes. Dicha motivación puede estar más centrada en los retos y en los resultados en competencia con otros deportistas, o bien en retos o resultados sobre uno mismo.

Lo ideal es conseguir un equilibrio entre ambas, ya que si una de ellas predomina claramente sobre la otra, se puede producir una descompensación que podría ser perjudicial, sobre todo cuando predomina la motivación extrínseca (dependiendo de factores externos).

La motivación extrínseca favorece que los deportistas sean ambiciosos y se esfuercen por lograr mejores resultados deportivos, pero debe ir acompañada de una elevada autoconfianza en los recursos propios necesarios para conseguir tales resultados. Y la autoconfianza tiene una estrecha relación con la motivación centrada en los retos y los resultados respecto a uno mismo.

Es muy conveniente que el entrenador fomente la motivación tanto a nivel individual como grupal cuando proceda. Disminuirá el riesgo de abandonar la práctica deportiva cuando se produzcan malos resultados.

La motivación muy centrada en retos y resultados respecto a otros deportistas, es una motivación de riesgo a estas edades. Puede ocasionar frustración. Es una realidad que haber merecido ganar y no haberlo logrado es frustrante para todos, pero el no saber tolerar o gestionar estas emociones, trae consigo consecuencias que pueden ser demoledoras como abandonar un objetivo, bajar el rendimiento, pérdida de confianza, pérdida de ilusiones, autoestima mermada. En fin, el abandono.

Respecto a la motivación sobre uno mismo, favorece un mayor equilibro y el fortalecimiento de la autoconfianza, conlleva un riesgo menor y podrá ser positiva como parte del proceso formativo de los deportistas.

•Valorar que cada deportista debe tener su propio camino, considerando sus circunstancias particulares.
•Acentuar los objetivos de manera individual, con independencia de los resultados frente a los rivales.
•Evaluar el rendimiento de cada deportista y del equipo respecto a sí mismos.
•Destacar los progresos que cada deportista a nivel individual y el equipo como grupo, consigan respecto a su propio rendimiento.

El deporte debe contribuir a la formación integral de los jóvenes, la motivación equilibrada puede aprovecharse para que se esfuercen en todos los ámbitos que puedan ser formativos (sus estudios, su educación, la relación con otras personas, etc.).

Mª Ángeles Ortega

Psicóloga

www.mariangelesortega.com