Celebra la vida con la Manzana Molona

Redactora: Linda López

Siempre he soñado con una máquina que ponga en pausa a la vida, lo que jamás imaginé serían las consecuencias de ese sueño. Ni tampoco que en esta crisis sin precedentes lo peor no ha sido la epidemia biológica, sino la epidemia moral, donde emerge lo mejor y lo peor de la sociedad. Esto último, lo dejo a vuestro criterio.

El largo encierro que a tantos ha ayudado a reflexionar y enseñado a vivir en la incertidumbre, ha llevado a convertir cuatro calles del barrio de El Castell-Poble Vell en un foco de esperanza y alegría. Un ejemplo de comunidad y unión, solidaridad y compañerismo. ¿Quién les hubiera dicho que sus vecinos se convertirían en mucho más que vecinos gracias a la COVID-19?
No pretendo desprestigiar otras manzanas de Castelldefels, pero esta GRAN MANZANA, que nada tiene que envidiar a la de la ciudad que nunca duerme, es símbolo de ilusión y fe, superación y reconocimiento. Y, sobre todo, entretenimiento y amor mutuo que desprenden cada día desde sus respectivos escenarios. Balcones que cambian de atrezzo cada 24 horas tras un elaborado trabajo movido por la emoción de seguir compartiendo la vida entre las paredes de sus viviendas.

Una emoción que contagian a través de las redes sociales y que empezó gracias a un planning viral que Yamila Jeannot y su novio, Carlos Ceacero, decidieron poner en marcha desde su balcón el primer día de confinamiento. La canción de Flying Free fue el pistoletazo de salida a esta gran iniciativa que unió a tantos balcones al ritmo de botes. Adrenalina en estado puro.
A esta sinergia otro vecino aportó un altavoz, e Imagine, de John Lennon, inundó el patio interior más famoso de Castelldefels. Con los aplausos de las 20 h rompieron el hielo vecinal y la fiesta de las 21 h los unió para siempre. ¿Os los imagináis gritando entre balcones para organizar la siguiente velada? Seguramente, si la pandemia hubiera ocurrido cuando no existía WhatsApp la respuesta sería un sí.

La Cuarentena Vecinal unió a los vecinos en un grupo que crecía más y más gracias a la publicidad en sus comunidades y el boca-oreja, contando en la actualidad con 97 miembros. Un equipazo que día a día se reinventa para dar lo mejor de sí en sus escenarios. Silvia (Autoescuela Castellmar), Axel, Víctor y Natalia son algunos nombres de estos magníficos vecinos que trabajan codo a codo para el espectáculo diario. En paralelo, otro grupo de WhatsApp coordina cuatro altavoces para que salga la misma música en cada una de las calles, con sus listas de Spotify que comparten y que abarcan las canciones emotivas, de fiestas infantiles, de fiestas de cumpleaños, listas temáticas…
Desde sus balcones han viajado por cuatro continentes y bailado todos los registros musicales. Han celebrado el amor de Ana Belén y Miguel Ángel y gritado a los cuatro vientos ¡Viva los novios! Nunca se cansan de tantos “Cumpleaños Feliz” ni de buscar el tan deseado “Bingo”. Cantan, ríen y lloran. Toman las uvas y celebran la No Navidad y las procesiones de Semana Santa. Se emocionan cuando regresan vecinos hospitalizados, como Ani, y celebran vidas como la de Martina que no ha visto la luz, pero ya ha sentido la felicidad de sus vecinos y oído la dulce voz de Gina con el ukelele de su padre, Alfredo, o las manos asombrosas de José Luis al piano.

Son innumerables los homenajes, concursos, juegos y fiestas que se suceden en los miles de metros cuadrados más mágicos de Castelldefels. Somos muchos a los que nos gustaría vivir allí. Son de esas grandes historias que es mejor vivirlas que contarlas. Pero, gracias a que sus vecinos lo comparten, mi cuerpo se ha erizado, emocionado, bailado, cantado y aplaudido.

¡Gracias por enseñar a Castelldefels a disfrutar y celebrar la vida cada día!

Fotos vecinos