Hace muchos años, después de que yo comentara que me consideraba perfectamente bilingüe respecto a las lenguas cooficiales en Catalunya, me hicieron lo que se considera la pregunta clave en estos casos: ¿En qué idioma sueñas? Y mi respuesta fue rápida: “Indistintamente, pero imagino que depende de la situación y de las personas que aparezcan en el mismo”.
En mi entorno laboral y social comparto con muchas personas que también se han manifestado abiertamente bilingües, o que dicen utilizar una de las lenguas cooficiales un poco más que la otra, sea trabajando, con amistades o incluso con familiares, y pensaba en todas ellas durante los días de la polémica creada hace unos días por la serie “Drama” emitida en TV3.
Por si algún lector o lectora desconoce la discusión que comenzó organizándose en Twitter, es porque en dicha serie los protagonistas utilizan un 70% el catalán y un 30% el castellano. Lo que seguramente hubiera quedado entre unos cuantos usuarios de esta red social, pasó a mayores por las declaraciones de la consellera de Cultura de la Generalitat, Mariàngela Vilallonga, en las que denunciaba que hay “demasiado castellano en TV3” y añadió además que había dado un “toque de atención” al director del canal y a la presidenta en funciones de la corporación audiovisual catalana, por el contenido de estos últimos días en TV3.
Para mí se zanja rápidamente el debate con uno de los acertados comentarios del creador y guionista, Dani Amor: “Es la realidad que conozco. Yo hablo castellano con mi padre y catalán con mi hermano”. Y yo añado, es quizás la consellera y también algunos usuarios de Twitter los que desconocen esa realidad de muchas personas que vivimos y nos sentimos catalanas y que pasamos sin complejo de una lengua a otra dependiendo del momento, de las personas con las que compartimos lugar de trabajo, actividades de ocio o encuentros familiares.
Y para acabar, recomiendo dos películas que incluyen en sus guiones bilingüismo, por una parte, “Las mujeres de verdad tienen curvas (2002)”, y sueños por otra, “Sueño en otro idioma” (2017), con la finalidad de ayudar a matizar y tener perspectivas diferentes y más abiertas al respecto.