
La trayectoria profesional es indiscutible cuando su restaurante La Canasta cumple 44 años de éxitos y prestigio, pero antes fueron El Julepe y El Comodín. Estos son algunos de los pasos de aquel hombre que llegó a Barcelona desde Hellín, Albacete, y su primera experiencia gastronómica se desarrolló en Mora la Nova, con Jaime Margalef. Después de varias prácticas, llegó a trabajar en los trenes Talgo viajando por Europa.
Otros restaurantes, como el del Reial Club Nàutic de Barcelona, Hotel Diplomatic, Cafetería Don-Chon y el Restaurante San Pauli (con 17.000 clientes con llave), el comedor de Peperone, entre los más significativos, estuvieron todos dirigidos por Yepes, que fue fundador del Gremio de Hostelería de Castelldefels y de la Confraria Gastronòmica Més Onze y, posteriormente, presidente de ambas entidades. Por último, fue fundador de la Escuela de Gastronomía de nuestra ciudad y participó en la Primera Mostra Cuina de Castelldefels.
Miguel siempre defendió a Castelldefels y trabajó por la gastronomía local en varios frentes, y hoy podemos decir que sembró la semilla que muchos hoy recogen, un ejemplo de gran ciudadano. Por otra parte, colaboró con el Primer Rally de Coches Antiguos en Castelldefels y la primera Nit de l’Esport, celebrada en el hotel Playafels, con los vecinos de Lluminetes, y en cualquier evento siempre dispuesto a ayudar.
Carme Ruscadella le dijo: “Es usted el dueño de La Canasta, el mejor restaurante de Castell-defels”. Y Santi Santamaría en Sant Celoni dijo: “Siempre está Miguel Yepes en Castelldefels, ejemplo de restaurador”. Nandu Jubany y Jean-Louis Neichel, entre muchos, participaron en la Jornadas Gastronómicas de Castelldefels gracias a Miguel Yepes, un modelo de persona y un gran ser humano, que le entregó a Ferran Adrià la Insignia de Oro cuando era presidente de la Confraria Gastronòmica Més Onze.