Pepe Vilches In Memoriam

Hay un dicho que asegura que: ¡ALGO SE MUERE EN EL ALMA CUANDO UN AMIGO SE VA! A pesar de que ya ha pasado un año de tu fallecimiento, hoy he ido a hacer unas gestiones al Ayuntamiento y al pasar por delante del Bar Bonilla, te he echado de menos.
No estabas ocupando tu silla de siempre, no tomabas tu cortado y no estabas leyendo el periódico.
Pero claro, tú te empeñaste en marcharte de este mundo sin molestar y sin anunciar que te ibas. Algo tenías pensado, porque te dio tiempo a hacer un viaje a Granada para despedirte de tus hermanos y familia.
Recuerdo que el día anterior estuve hablando contigo. Me dijiste que no te encontrabas muy bien, algo cansado, pero no te vi con ganas de marcharte. Al día siguiente, lo hiciste en tu casa, en tu cama durmiendo tu última siesta. Te fuiste sin hacer ruido, a tu forma. ¡Y PUNTO!
Allá donde estés, te vas a encontrar con mucha gente, que te conocerán y te recordarán los favores que les has hecho.
Verás a gente de la Hermandad, y de la peña sevillista. ¿Recuerdas cuando la fundamos? ¡Qué tiempos aquellos! Ya lo sabrás, hemos ganado la UEFA y este año jugamos la Champions. Cuando te encuentres con alguien de la Casa de Andalucía, coméntale que no hay actividad por culpa de la pandemia, y aunque lo siguen intentando, aún no tienen Coro Rociero.
Algunos vecinos van a recordar tu trabajo en la Asociación de “El Castillo”, especialmente en tu trabajo en la campaña contra el impuesto del recibo del agua en la que tanto empeño pusiste. ¡Ahí vas a tener trabajo! Tú a lo tuyo. Por aquí se rumorea que San Pedro tiene problemas con la empresa suministradora del agua. Se queja de que le cobran de más y de que se han sacado de la manga un impuesto de tratamiento de residuos en el cielo. ¡Que no te engañen! Allí seguro que se recicla como Dios manda.
Te echamos de menos, es raro no encontrarte por la calle Iglesia, en tu paseo diario desde el Bar Bonilla al Bar Pavón, tu última parada antes de llegar a casa.
Precisamente, no te veo sentado en las mesas de la terraza, ahora hace frío, pero miro hacia dentro y tampoco estás en la barra. ¡Evidentemente te has ido, no estás aquí!
En la última imagen que nos dejaste, eras tú. Trajeado, con corbata. Parecías un marqués, como te decía tu cuñada Rosa. Esa imagen, la tuya, la echábamos últimamente de menos.
Vilches, tu familia y amigos siempre te recordaremos. Te añoramos y siempre estarás en nuestros corazones.
Paco Borrego