de los años 80 en la calle 13 y el mar
os hermanos Perdiguero, Pedro y Santiago, llevaban este restaurante en los años de éxito de la playa de Castelldefels. Hoy hay un árbol vencido por el tiempo que está rozando la acera y que antiguamente se apoyaba sobre una de las casetas de las 80 viviendas que había en la playa. Se encuentra frente al monumento a los donadores de sangre de Castelldefels.
Pedro nos comenta que venían a comer Andoni Zubizarreta, Javier Urruticoechea (más conocido por “Urruti”), Chicho Sibilio…, todos jugadores del Barça, y hasta a Luis Figo que se le quedó el coche enterrado en la arena una vez y todos los camareros fueron en su ayuda para sacarlo
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Desde el primer día el local siempre fue visitado por los dueños de lo ajeno, aquellos chorizos de los años 80 que entraban en los chiringuitos para robar bebidas, latas de berberechos y hasta tabaco.
Según un comentario del responsable de la Marina, el Sr. Lorenzo León y confirmado por Pedro Perdiguero Ovejero, a mediados de los años 50 un grupo de mujeres que tenían casetas en la Playa de Castelldefels, y de varios chiringuitos, viajaron a Madrid a entrevistarse con Doña Carmen Polo, esposa del dictador Francisco Franco. A ella le pidieron que no derribaran las casetas y los establecimientos de la playa y fue entonces cuando Doña Carmen pidió que se realizaran obras de mampostería y se mejoraran los aspectos de las construcciones con materiales de obras.
Y el compromiso se formalizó cuando el Ministerio de Obras Públicas obligó a reformas de obras en el año 1957. Pero muerto Franco, en 1989 se aplicó la Ley de Costas y empezaron a derribarse los primeros chiringuitos.
A partir de aquellos años, fueron frecuentes las visitas de inspectores de Hacienda, la Seguridad Social y los controles sanitarios. Todavía quedan vestigios de aquellos tiempos como una morera sobre el Paseo Marítimo, donde estaba el Chiringuito El Barquito de Santos, y otra sobre la playa, concretamente en la dunas protegidas, donde estaba El Carmen, que llevaba el nombre de la propietaria y Pepito que estaba en barra.
Después del derribo del Chiringuito Lancaster en 1996, los hermanos Perdiguero montaron el Galeón, justo el inicio de la calle 13 y el actual Paseo Marítimo. El tiempo va pasando tan rápidamente que parece que todo esto ocurrió ayer.
Los años 80 también fueron los de la “generación perdida”. Se caracterizaron por un gran aumento del consumo de heroína que, inyectada, fue especialmente dañina para la salud pública debido a la aparición del VIH/sida. Un auténtico drama social que conmocionó a la España de la época.