Rodrigo Díaz de Vivar

Por Gerardo Guaza

Por fin me he leído una biografía de El Cid, bueno, dos. Una de David Porrinas González y otra de Gonzalo Martínez Díez. La segunda me la leí por ver si aportaba algo nuevo respecto de la primera, pero no fue así, ya que ambos autores usan las mismas fuentes. Lo que cambia es el enfoque del biografiado, más crítica la primera y más benevolente la segunda.
Pues sí, tenía una deuda con el personaje histórico desde que en mi tierna infancia, allá en la escuela, me aprendí de memoria un romance que decía “Victorioso vuelve el Cid a san Pedro de Cardeña de las guerras que ha tenido con los moros de Valencia…”.
Empezaremos precisando lo de El Cid Campeador. Cid viene de una palabra árabe, sidi, que significa “mi señor”. Este apodo se lo pusieron seguramente los soldados árabes que lideró cuando estuvo en la taifa de Zaragoza. Lo de Campeador viene de ser una persona diestra, un guerrero hábil, en el campo de batalla. Es cierto que nunca fue derrotado en batalla campal, por lo que sería justo el apelativo.
Los autores de las biografías no se basan para sus investigaciones del personaje histórico ni de los romances cidianos ni del Cantar del Mío Cid, ya que son creaciones literarias que no se apoyan en ningún documento histórico. Se basan en dos obras principalmente, en la Historia Roderici, escrita en latín supuestamente por alguien contemporáneo del personaje; y por una obra en verso llamada Carmen Campidoctoris que, según Alberto Montaner, fue escrita hacia 1190, casi cien años después de la muerte de Rodrigo. También usan fuentes islámicas de Ibn Alqama, Ibn Bassam y algún otro que suelen ensalzarlo y criticarlo como enemigo al mismo tiempo.
El Cid nació en la provincia de Burgos (tal vez, Vivar) por los años 1048-1050 y falleció en Valencia en el 1099, se cree que tendría unos 50 años. Se pasó la vida encima de un caballo con una lanza y una espada guerreando contra moros y cristianos. Vivió de mozo en la corte de Fernando I de León y convivió con los futuros reyes Sancho II de Castilla y Alfonso VI de León.
El Cid empezó sirviendo a Sancho II y, al morir este en el cerco de Zamora en 1072 pasa a servir a Alfonso VI. Éste le destierra en dos ocasiones, pero no por la Jura de Santa Gadea, eso es un invento literario. Durante el primer destierro fue a pedir trabajo a los condes de Barcelona, pero estos no se lo dieron y se puso a trabajar para el rey taifa de Zaragoza al Muqtadir desde el 1081 al 1087. Después vuelve a Castilla tras reconciliarse con su rey y en 1089 es desterrado nuevamente. A partir de esa fecha, ya no quiere trabajar por cuenta ajena y se hace autónomo. Entonces conquista la zona de Levante y también la ciudad de Valencia en un asedio por hambre. En teoría, la conquistó para Alfonso VI, pero no queda muy claro. Disfrutó de la conquista del 1094 al 1099, pero hasta el final siguió guerreando contra los almorávides. Murió de muerte natural en Valencia si por natural entendemos que se cayó del caballo varias veces y recibió una lanzada en la garganta en otra ocasión.
¿Héroe o villano? En su tiempo héroe para unos y villano para otros. En el nuestro no se puede juzgar a un personaje del siglo XI y en un contexto de guerra de frontera continua. Por cierto, están dando una serie por ahí sobre él que no he visto.