Poemas a mi madre es el título de mi último poemario. A continuación reproduzco la Presentación del Autor que encabeza el libro.
Mi madre se llamaba Floriana González Borge, nació en Sahagún (León) el 1 de mayo de 1934 y falleció en Castelldefels (Barcelona) el 11 de julio del 2020. Vino a Barcelona cuando se casó con mi padre en 1960 y en 1968 se trasladó la familia a Castelldefels. Ella era amante de su tierra y cada año íbamos a pasar las vacaciones de Navidad a Sahagún. De ahí que en mis poemas haya alusiones al invierno, la nieve, la escarcha, etc. El mundo marino también lo está, dibujando así mi doble vertiente de adobe y de espuma, como el título de uno de mis poemarios.
Este poemario es un homenaje a su vida. Los versos permiten que canalice mi pena y la intente convertir en literatura. Son poemas sinceros y basados en la vida que compartimos durante cincuenta y nueve años. He intentado que sean claros y los pueda entender cualquier lector, sin necesidad de ser muy experto en poesía.
Normalmente, los versos no tienen rima, pero si tienen métrica. He usado mayoritariamente versos de sílabas impares, pero también hay poemas en octosílabos.
Lo que pretende este poemario es que vosotros, queridos lectores, en algún momento de su lectura tranquila y reposada sintáis un nudo en la garganta. Si no es así, es que no habré conseguido mi propósito.
He publicado ya tres poemarios: La siembra de Selene (2007), De adobe y espuma (2011) y La escarcha y la lumbre (2018). Colaboro con el Grupo de Poesía Alga de Castelldefels desde 1985 y en su revista he publicado parte de mi producción poética.
A pesar de mi experiencia como poeta, jamás me había enfrentado a un tema que me conmocionara tanto como la muerte de mi madre. El vacío que me ha dejado no se puede rellenar con versos, pero escribir sobre ella me ha hecho mucho bien. No pretendo con esto devolverle nada de lo que me dio, ya que eso es imposible. Además de darme la vida, me dio su amor incondicional sin mirar que a veces no me lo merecía mucho.
Como no quiero robaros más tiempo, prefiero que lo dediquéis a leer estos versos en calma y sosiego varias veces. Un poemario no es una novela y se ha de leer de otra manera, intentando conectar con el autor. Joan Margarit decía que cuando alguien lee un poema, al acabar de entenderlo e interiorizarlo ya no es la misma persona, es otra distinta. Aunque no esté del todo de acuerdo con él, espero que después de haberos sumergido en este poemario salgáis a la superficie algo más ricos y plenos de lo que entrasteis.
Si esto ocurre, me sentiré feliz por mí como escritor y feliz también por mi madre. Recuerdo que cuando le daba a leer un poema mío a veces me preguntaba: ¿Esto lo has sacado de tu cabeza?
A partir de octubre habrá ejemplares para su adquisición en la Llibreria Canillo en la Avda. Constitució, 133 de Castelldefels. Espero que os guste.