Llegadas estas fechas, uno tiene la tentación de hacer la consabida lista de final de año con cualquier tipo de excusa: lo mejor, los estrenos, las rarezas, la taquilla… o, en su defecto, las diferentes porras para los premios de festivales que (en tromba) se nos vienen encima estos primeros meses del año: Feroz, Forqué, Goya, Óscar….
Pero hoy he amanecido con la lista de premiados del Cine Europeo de este año, un galardón que ya va por su 34 edición pero no tiene, ni ha tenido, apenas repercusión, especialmente entre el espectador de a pie. Y es una pena porque tanto sus nominaciones como sus galardones suelen basarse en criterios firmes de calidad cinematográfica y valor social, cosa que difícilmente pasa en otros eventos. Y para muestra, lo ocurrido este año.
Como mejor película estaban nominadas “Compartimento 6”, “El padre”, “Fue la mano de Dios”, “Titane” y la que finalmente se ha llevado el premio “Quo vadis, Aida?”. Esta cinta de Bosnia y Herzegovina, dirigida por Jasmila Zbanic, también se ha reconocido como mejor dirección y mejor actriz para una estupenda Jasna Djuricic. Es significativo el premio en cuanto que la película aborda el tema de la guerra en Bosnia y el papel que tuvieron los cascos azules en el fracasado intento de proteger a la población civil; un film duro, sin concesiones, desde la perspectiva de una intérprete que, en medio del caos, intenta salvar a su familia. La actuación de su protagonista, además, impecable. Lo suyo sería que, aprovechando el premio, la película tuviera una segunda vida en las pantallas y llegara a un público más amplio, que se lo merece.
Del resto de los galardonados cabe destacar el premio a mejor guion y a mejor actor (Anthony Hopkins) por “El padre”, maquillaje y peluquería a “Titane”, los efectos visuales a “Lamb” y…
Una curiosidad que ojalá derive en un estreno normalizado en nuestras salas: “Flee”, una película danesa dirigida por Jonas Poher Rasmussen, un documental de animación que se ha hecho con los premios a mejor documental, mejor cinta de animación y el premio de las universidades europeas. En la línea de películas como “Vals con Bashir”, “Buñuel en el laberinto de las tortugas”, “Un día más con vida” e incluso “Persépolis” o “30 años de oscuridad”, “Flee” nos habla de un refugiado afgano. Ante le imposibilidad de revelar su identidad, el director opta por usar la animación como medio de expresión potenciando de esta manera la historia, la memoria y los aspectos más trágicos y más poéticos. Una película que pasó por los festivales de Sundance (premio del jurado), Cannes y que ha sido premiado en el Círculo de Críticos de Nueva York, en el National Board of Review (NBR), en los premios Gotham, y en los British Independent Film Awards (BIFA).
No sé yo si esto de los premios realmente sirve para fomentar la presencia del público en las salas, pero ante el panorama de títulos que se repiten una y otra vez en cada una de las diferentes convocatorias, siempre es de agradecer que alguien se salga de la norma y nos ofrezca un cine diferente, tremendamente necesario y con valores añadidos. Buen cine que se merece un puesto destacado en cualquiera de las listas que se nos ocurran hacer este último mes del año.
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