Las ambulancias de Napoleón

Cuando comencé a coger ideas para este artículo, nada me hacía unirlo al presente. Desafortunadamente, hoy, mucho de lo que vais a leer en las siguientes líneas os va a hacer pensar en la cruel guerra (invasión, en realidad) que padece Ucrania.
En su momento tan solo leí algo de ambulancias y Napoleón, y eso hizo despertar mi interés. Quienes me sigáis un poco sabréis que la figura de Napoleón me gusta bastante.
De esta manera, llegué hasta el tema que hoy trato, y es el conocer cuándo, dónde y por qué aparecieron las ambulancias. Ya os avanzo que la función como tal no ha cambiado, ya que su uso radica en intentar salvar vidas o atender heridos o enfermos.
Si hemos de buscar los orígenes, debemos remontarnos hasta el siglo X cuando ya los anglosajones usaban una especie de hamaca a modo de camilla que era tirada por caballos para desplazar a heridos. Un poco más adelante en el tiempo, durante el reinado de Isabel I de Castilla, conocida como «la Católica», su ejército retiraba de una manera similar a los heridos en batalla. Podemos imaginar que no era una tarea sencilla, ya que las guerras que se llevaban a cabo por entonces eran cuerpo a cuerpo y debía de ser muy difícil no salir malherido. Es por ello por lo que, muy probablemente, no a todos les llegaran a tiempo esas rudimentarias ambulancias. Hay un detalle muy importante en esta labor de atención sanitaria que se realizaba, y es que los heridos tan solo eran atendidos una vez que la batalla o combate había finalizado. Esto provocaba que el número de víctimas fuera altísimo, ya que para muchos la ayuda llegaba demasido tarde.
Aquí es donde aparece la figura de un médico y cirujano francés llamado Dominique- Jean Larrey y Napoleón Bonaparte. Nos situamos ya en el contexto de la Revolución Francesa y las guerras napoleónicas. El doctor Larrey se unió al ejército revolucionario de Napoleón y fue ahí donde vio fallos muy notables en la organización y atención a los heridos en batalla. De este modo, fue durante el asedio a Maguncia (Alemania) en julio de 1793, cuando puso en práctica por primera vez el uso de las ambulancias que él había creado. El joven general Bonaparte quedó fascinado con el invento y quiso llevar siempre con él al médico y a su ambulancia. También las usó en sus combates contra austriacos y rusos en el año 1805. En 1808 la invasión de Napoleón llegaba a la península ibérica provocando una guerra. No puedo confirmaros que también aquí se utilizaran estas ambulancias, pero sería muy posible. Muy pronto se convirtieron en un imprescindible y acompañaron a Napoleón por todas sus campañas militares. Ya en la campaña de Egipto era todo un equipo de ambulancias bien formado. Su inventor las bautizó como «ambulancias volantes». Eran tiradas por caballos y fueron mejorando poco a poco el espacio destinado a los heridos. Acabó siendo una especie de carruaje cerrado con dos ruedas, dos ventanas laterales y puertas delantera y trasera para facilitar la entrada o salida de la camilla. Su interior estaba forrado y había cuatro rodillos para el deslizamiento de un colchón de cuero que hacía de camilla.


Su aparición fue algo totalmente revolucionario para la atención a los heridos en el campo de batalla. Gracias a una rápida atención muchos de los combatientes lograban salvar sus vidas. Además, el doctor Larrey creó el conocido como «sistema de triaje». Consistía en atender a los heridos según la gravedad de sus heridas y no dependiendo del grado que ocupaban en el ejército como funcionaba hasta entonces. Ya durante la guerra civil estadounidense (1861-1865) dos médicos militares mejoraron el diseño pasando a cuatro las ruedas, y se aseguraron de que cada regimiento tuviera una ambulancia. Llevaba unas distinciones bastante visibles para hacer notar que su uso estaba destinado a transportar heridos e intentar así no ser atacados durante el trayecto.
La primera ambulancia con motor llegaría en el año 1899 en Estados Unidos.
Hasta aquí debemos fijarnos que todo el uso dado a las ambulancias fue únicamente de tipo militar, no civil. Solo atendían a los soldados heridos en plena lucha.
Sería en el Londres de 1832 cuando se utiliza por primera vez para uso civil. Se hizo necesario su uso para transportar a los enfermos de cólera a los hospitales.
Como veis, guerras y pandemias. Siento una profunda tristeza de saber que estas dos palabras no han desaparecido sino que siguen de total actualidad.
Ojalá ninguna otra guerra provoque nuevos inventos. Ojalá nunca más una guerra.