Cine español

Por Fernando Lorza

El pasado 6 de octubre se celebró, por obra y gracia del Ministerio de Cultura y Deporte, la segunda edición del Día del Cine Español. La excusa, la fecha coincide con la finalización de la producción de “Esa pareja feliz”, película dirigida por Juan Antonio Bardem y Luis García Berlanga en 1951 y considerada una de las piezas más relevantes y significativas del cine español. El objetivo, reconocer el valor patrimonial de nuestro cine y darle un impulso para superar la grave crisis que padece especialmente a partir de la pandemia. La cita de este año se desarrolló bajo el lema #ElMomentoDeNuestroCine y destaca la convocatoria del Premio Nacional de Patrimonio Cinematográfico y Audiovisual, que recayó en Ferran Alberich por su excepcional trayectoria en la conservación y recuperación del cine español de los últimos cincuenta años. Entre otras actuaciones cabe destacar la exposición “70 años, 7 piezas, 7 cineastas” por parte de la Filmoteca Española; la restauración y puesta a disposición del público de “Canciones para después de una guerra”, de Basilio Martín Patino; y “Verano 1993”, de Carla Simón; el canal Vimeo se apuntaba con la proyección de “Muerte de un ciclista” de Juan Antonio Bardem”, y RTVE hace lo propio con contenidos especiales en el programa “Días de Cine” y la oferta de una colección especial en su plataforma gratuita con más de 300 películas y títulos tan reconocidos como “Calle mayor”, “Belle époque”, “Tesis”, “Mar adentro”, “Campeones” o “Las niñas”.
Aunque si se quiere apoyar este cine, lo mejor es ir a la sala a ver las películas que, en contra de lo que suele decirse, la producción (especialmente estas últimas semanas) es abundante y de muy buena calidad. Ahí va un pequeño repaso de lo que puede verse ahora en pantalla grande.
Isaki Lacuesta aborda con profundidad el tema de los atentados de la sala Bataclan con “Un año, una noche”, en la que nos plantea diferentes maneras de afrontar la tragedia. “El color del cielo” es la bonita ópera prima de Joan-Marc Zapata, con una excelente Marta Etura en una historia de reencuentros que pudo verse en San Sebastián. “Cerdita”, flamante Méliès de oro en Sitges, es el largo que ha realizado Carlota Pereda a partir de un corto anterior, y es una perturbadora y potente película sobre el bullying, los miedos y los ambientes opresivos. Jaime Rosales ha estrenado “Girasoles silvestres” en la que nos habla de relaciones tóxicas y estructuras patriarcales a través del personaje interpretado por Greta Fernández y su relación con tres hombres. A Jabi Elortegi no lo conocíamos pero habrá que seguirle la pista después de “El vasco”, una agradable, entretenida y divertida película sobre un joven de Bermeo que aterriza en un pueblo perdido de Argentina donde todos son “muy vascos”, para reírse de uno mismo y de lo que haga falta. Si os va el cine comprometido, Juan Diego Botto, a cuatro manos con Penélope Cruz, ha realizado “En los márgenes”, tres historias sobre gentes víctimas de este capitalismo devorador que nos han vendido e impuesto, con un inmenso Luis Tosar y un verdadero descubrimiento, Christian Checa. Si lo que os apetece es algo diferente, radical y más experimental, “918 gau (918 noches)” es un documental de Arantza Santesteban, autobiográfico sobre su paso por la cárcel y su relación posterior con el mundo abertzale, íntimo, y demoledor. Si por el contrario preferís un cine más de entretenimiento pero de buena factura, “Los renglones torcidos de Dios”, adaptación de la novela de Torcuato Luca de Tena, y “Modelo 77”, del siempre efectivo Alberto Rodríguez, no os decepcionarán.
Y dejo para el final mi preferida, “La consagración de la primavera”, de Fernando Franco, una deliciosa, sensible y profunda invitación a mirar el sexo en la parálisis cerebral y el despertar al deseo desde una perspectiva absolutamente nueva, respetuosa y delicada; a mí me pareció una verdadera joya.
Quien dijo aquello de que aquí no se hace buen cine es que no ha ido a las salas últimamente, sin duda.